El estudio o
análisis grafológico llega a descubrir la totalidad de la persona humana. Lo
que revela con mayor exactitud y fidelidad, es el modo de ser, el carácter, las
variaciones anímicas y la sensibilidad, así como la enfermedad y sentimientos
de grandeza o de inferioridad, entre otras muchas cosas.
Se puede ver
perfectamente bien en estas firmas en quién se fue convirtiendo Adolf Hitler.
Conforme fue cambiando y se convirtió en el "Führer", se aprecia una
letra agresiva, sin identidad y fuerte tendencia a la depresión. Siendo la
firma la proyección del ser hacia lo social, es evidente que lo que Hitler
deseaba reflejar era miedo y dolor.
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